Domingo, día
2 de Junio.
Preparamos una comida srilankesa para los amigos que han venido a conocer Mayaliya, con el excelente Shanta a la batuta y unos cuantos pinches de primera en la orquesta.
Se reparten las tareas y los instrumentos: tablas para trinchar, cuchillos, ralladores, cucharones, bandejas, cazos, cazuelas, sartenes…Todos a sus puestos. Empieza la obra.
Se vierte mucha,
mucha lagrimita con la cebolla picadita; calabaza, tomate, piña… ¡venga daditos!
La zanahoria ralladita. El rico coco, triturado; lo mismo para el ajo. La judía
verde tampoco se salvó de recibir unos cuantos cortes, la patata cocidita con
su piel, y… ¡corre! a quitársela aun calentita que el tiempo vuela…
Y venga que te remeneo el dal por aquí, el arroz
basmati por allá, los garbanzos volviéndose locos de tanto zarandeo… En una
cazuela, la leche de coco bañando los dados de pollo haciendo chup chup… Y
revoloteando por encima de todos estos sabores, colores, y texturas, los torbellinos
de especias cayendo como locos: el comino, la canela, el cardamomo, el anís
estrellado, la pimienta,…..
El delicioso chutney picante aterrizará luego en el plato, así como unos pappadams plantados en el arroz a modo de estandarte y, espolvoreado el plato con pol sambol (coco y especias)
Y lo podemos servir.
Terminamos
este fuego artificial de sabores con el suave plátano y la fresca sandía como
postre, a falta de unas ricas papayas que habrá que ir a degustar en la isla,
donde apreciaremos mejor todo su sabor y aroma original.
Os apetece repetir o experimentar?!!
